Actuar lo más rápido posible permite salvar la vida de alguien y las maniobras de reanimación son esenciales debido a que los paros cardiorrespiratorios no suelen ocurrir sólo en una sala de operaciones o de recuperación, sino en cualquier momento y lugar y puede ayudar a la víctima a no contraer efectos lamentables, inclusive, a impedir que deje de respirar por siempre.
Existe una definición completa sobre estas acciones que ayudan a las víctimas que están sufriendo algún paro. Una persona que puede sobrevivir a un paro cardiorrespiratorio depende de la intervención de un testigo que aplica una cadena de operaciones de forma ordenada y rápida denominada Cadena de Supervivencia.
Esta cadena es la secuencia de actos para resucitar al individuo que esté padeciendo la emergencia y que necesite de la ayuda de un tercero para volver a respirar o que su corazón vuelva latir.
Esta cadena se encuentra compuesta por cuatro eslabones: Identificación de la situación y Alerta al servicio de emergencia, Resucitación Cardiopulmonar manual (RCP), Desfibrilación Eléctrica y RCP profesional.
Es fundamental detectar situaciones críticas cuando una persona está sufriendo un paro de esta envergadura. Dada las consecuencias que trae uno de estos paros, lo principal es evitar el paro cardíaco y que la cadena sea aplicada correctamente, así como los cuidados en el hospital o clínica al cual fue llevado el paciente, para terminar con una sucesión correcta de salvación de la víctima.
Se debe reconocer perfectamente si el individuo está sufriendo un paro cardiorrespiratorio y comenzar desde ese punto a disminuir los riesgos de que la persona fallezca o vea comprometido algunos órganos. La aplicación del RCP y de la desfibrilación, son vitales para reanimar a quien lo esté padeciendo. El soporte vital, al terminar, debe contemplar preservar los signos vitales del corazón y del cerebro cuando ya la ambulancia haya arribado.
Eslabones de la cadena
El testigo que perciba la emergencia debe llamar a la ambulancia de rescate o solicitar que alguien lo haga mientras se encuentra capacitado para comenzar con las maniobras de reanimación ya que cada minuto es esencial.
Son los actos de reanimación que incluye compresión del tórax y ventilación por medio de la boca. Actividad de vital importancia para la supervivencia frente al paro cardiorrespiratorio.
Se realiza por medio del DEA y busca disminuir la arritmia que se produce antes del paro. Es decir, las fuertes palpitaciones se detienen por medio de aplicación del RCP y el DEA para restaurar los latidos normales del corazón.
Es la atención que recibe el paciente por parte de los profesionales que llegan en ambulancia para recuperar la calidad de vida, proteger los demás órganos vitales y normalizar al paciente.
Los niños que aún no cumplen los nueves años de edad y los lactantes son también individuos propensos a sufrir un paro cardiorrespiratorio, debido a un shock o una insuficiencia respiratoria progresiva. Por esto, los padres deben estar muy atentos a sus hijos, sobre todo durante la hora de dormir, ya que el paro respiratorio o apnea, muchas veces es el primer motivo de un paro cardíaco.
De esta manera, la Cadena de Supervivencia pediátrica es de vital importancia para salvar la vida del menor y la aplicación de la RCP debe ser inminente durante dos minutos y luego llamar a la ambulancia de rescate.
Poder aplicar esta cadena es de suma importancia para cuidar la vida de quienes pueden padecer un paro cardiorrespiratorio. El primer y segundo eslabón son trascendentales para la supervivencia de aquellas personas. Desde UCM buscamos educar a la ciudadanía sobre la relevancia de manejar primeros auxilios y las maniobras de reanimación (RCP).
Ayudamos a salvar vidas.