El asma bronquial es una enfermedad pulmonar crónica que no se cura, pero se trata, y que afecta hasta a un 10 por ciento de la población chilena. Así lo señala el médico Broncopulmonar de UCM, Unidad Coronaria Móvil, Fernando Avilés, quien explica que esta problemática se produce por una inflamación de los bronquios, al generar una hiperreactividad bronquial (respuesta exagerada del bronquio) con obstrucción de la vía aérea parcial o total.
Entre las causas, se distinguen aquellas de carácter genético y ambiental.
La primera se presenta en personas mayores de 35 años, sin antecedentes personales ni familiares de alergia o atopía y se inicia por estímulos no inmunológicos sin elevación Ig E” (Inmunoglobulina E).
Mientras que la causa ambiental, se inicia en la infancia con antecedentes familiares. “En el 50% de los niños con asma, la exposición a alergenos es responsable de la inflamación asmática por medio de reacciones de hipersensibilidad. Dentro de las causas ambientales encontramos los aero-alergenos (pastos, malezas, plátano oriental, caspa de animales), ejercicio físico, el frío, las infecciones respiratorias (especialmente virales), los fármacos (como la aspirina), smoke, algunos alimentos y preservantes”, agrega el especialista.
Con respecto a los síntomas, el profesional indica que el asma bronquial “se caracteriza por una tos seca (puede haber escasas secreciones mucosas) que se presenta generalmente en la noche o en las primeras horas de la mañana, pecho apretado, falta de aire, respiración sibilante. Estos síntomas pueden presentarse de forma leve hasta formas más severas que pueden durar días o semanas, produciendo en algunas ocasiones alteraciones ventilatorias severas con presencia de cianosis hasta producir la muerte del paciente”.
Sobre el diagnóstico de esta enfermedad, el doctor expresa que se necesita una historia clínica completa, rayos x de tórax, espirometría completa, test cutáneo (descubrir alergias o atopías) y test de provocación de metacolina.
En lo que dice relación con el tratamiento, el médico Broncopulmonar de UCM Unidad Coronaria Móvil, señala que se usa la vía inhalatoria por ser la forma más directa, eficaz y con menos repercusión sistémica.
Se utilizan medicamentos de rescate y de mantenimiento. De rescate son los inhaladores broncodilatadores de acción corta que solucionan sobre todo la obstrucción bronquial, disminuyendo la falta de aire y la respiración sibilante. De mantenimiento son los inhaladores con corticoides que van a combatir y disminuir la inflamación del bronquio, éstos generalmente se acompañan con broncodilatadores de larga duración.
Además, el experto agrega que “para un buen tratamiento se deben considerar medidas de control ambiental, uso del flujómetro (para vigilar la evolución y el manejo de la enfermedad), el uso correcto y adecuado de los medicamentos, y sobre todo informarse adecuadamente de la enfermedad que se padece para poder reaccionar a tiempo y de buena forma en las emergencias”.