El paro Cardiorrespiratorio tiene una mortalidad de un 95% aproximadamente, la única opción frente a esto es que la Cadena de Supervivencia se cumpla a cabalidad.
Los primeros cuatro minutos son críticos y, por tanto esa, es la parte de la cadena que está más cerca de la población general, ya que son las personas que están, inmediatamente, cerca del paciente en paro, quienes deberán iniciarla y para ello, deben conocerla y en lo posible aplicarla.
La experiencia internacional, ha demostrado que la sobre vivencia a un Paro Cardiorespiratorio está directamente ligada a dos puntos básicos:
Son un conjunto de acciones que deben ser sucesivas y coordinadas y que permiten salvar la vida y/o mejorar la sobrevida de una persona que sufre un Paro Cardiorrespiratorio.
Son 5 pasos y los tres primeros están en manos de la población general, aquella que se encuentra cerca o es testigo del paro.
La Reanimación Cardiopulmonar y la Desfibrilación, son definidos como los componentes fundamentales de la resucitación del paciente en paro cardiorrespiratorio, pero si no somos capaces de iniciar la Cadena; en tan solo 10 minutos luego de producido el Paro, podemos perder la oportunidad de salvar la vida de una persona.
Realizar estos 3 primeros pasos de la Cadena de Supervivencia con la premura y capitación son básicos y fundamentales, pero para ello lo más importante es contar con una gran masa crítica de chilenos que sean capaces de realizar esta Reanimación Cardiopulmonar Básica, y disponer de los Desfibriladores Automáticos en la mayoría de los lugares públicos o privados del país y que, éstos sean accesibles para quien los requiera en cualquier momento.
De esta manera, el uso de un DEA por parte de la comunidad, podría para salvar la vida de aquellas personas que estén padeciendo un paro cardíaco, ya que el tiempo antes de que la Unidad Coronaria Móvil se haga presente, es vital para aquel individuo.
En situaciones tan peligrosas y radicales como un paro cardíaco, el tiempo es un elemento muy importante y comienza su cuenta regresiva una vez que la persona comienza a sufrir dicha dolencia. Por ende, el actuar debe ser lo más rápido posible, porque todo lo que se deba hacer dentro de la Cadena de Supervivencia es vital para la víctima, ya que el tiempo es el peor enemigo a la hora de sobrevivir frente a un paro.
De esta manera, se hace tan esencial poder contar con un DEA en los lugares públicos donde recurre gran número de personas, dado que la correcta y oportuna desfibrilación salva tres de cada 4 vidas. Además, se deben tener en consideración factores de tráfico o clima, que hagan demorar la asistencia profesional dentro de los 10 minutos vitales que tiene la persona antes de sufrir consecuencias irreparables.
Así el uso de un aparato de fácil manipulación y la educación que necesita la comunidad, se convierten en dos elementos fundamentales a la hora de disminuir la cantidad de fallecidos por un paro cardíaco.