La epilepsia es una enfermedad neurológica que se produce cuando la conexión entre neuronas se realiza de forma incorrecta e interrumpe las funciones normales del cerebro. Esta es la enfermedad neurológica más antigua de la humanidad y a pesar de ello es de la más desconocidas. Asimismo, siempre ha estado rodeada de temor, estigma y prejuicios que se han arrastrado hasta la actualidad.
Las crisis convulsivas se presentan siempre de forma imprevista y puede revertir múltiples síntomas. El correcto procedimiento para ayudar a un enfermo de epilepsia, mientras sufre un ataque, puede ser determinante para su bienestar.Es por esto que a continuación te dejamos algunos consejos para asistir a una persona que se encuentre en esta situación.
1- El primer paso es proteger la cabeza del afectado y poner el cuerpo de costado para que la saliva no obstruya las vías respiratorias. Nunca se debe tratar de abrir la boca a la fuerza ni menos colocar paños o algún objeto que obstruya estas vías.
2- Conservar la calma y tranquilizar a los presentes. Debemos evitar la aglomeración de gente alrededor y las acciones de socorro deben ser dirigidas por una sola persona.
3- En tercer lugar debemos retirar los muebles cercanos con los que pueda lesionarse y proteger la cabeza con algún objeto blando debajo (chaqueta, bolso o abrigo).
4- Nunca se deben sujetar los movimientos compulsivos, ya que pueden dañar a la persona.
5- Quitar los objetos que puedan molestar o ahogar a la persona como una bufanda, lentes, bolso, etc.
6- Una vez finalizada la crisis debemos ayudar a que el afectado se reincorpore sin ponerlo de pie hasta que esté recuperado completamente. Tampoco debemos darle agua o alimentos hasta que se encuentre estable. Para confirmar que se encuentra bien podemos preguntarle si está consciente y ofrecer ayuda para contactar algún familiar.
Asimismo, se recomienda llevar a un centro médico al afectado en los siguientes casos:
Si la crisis dura más de cinco minutos.
Si se repite una crisis tras otra.
Si la persona no recupera la consciencia después de treinta minutos.
Si presenta una primera crisis convulsiva.
Cuando la crisis es atípica, es decir diferentes a otras que haya tenido .
Si sufre una lesión traumática grave en el transcurso de la crisis.
Si presenta vómitos persistentes, trastornos de la visión o cefalea después del descanso.
Si se trata de una embarazada, un hipertenso o un diabético entre otros.