Durante el verano, es normal que se presenten algunas condiciones que pueden afectar y alterar nuestra salud. Y es que el sol sin duda que es el protagonista de esta estación del año, provocando, además de altas temperaturas, daños en nuestra salud y organismo. La insolación es una de ellas. Esta se provoca por la exposición a las altas temperaturas y los rayos del sol, ingesta limitada de líquidos y/o un fallo en el mecanismo en la regulación de nuestro organismo. Todo esto, deriva en un incremento en la temperatura del cuerpo, de forma extrema sin poderlo controlar.
Dentro de los factores que influyen en la aparición de insolación se encuentran la continua exposición al sol, beber alcohol en exceso, así como también sufrir enfermedades crónicas, como la diabetes. Por esto es que se puede evitar siguiendo los siguientes consejos:
Entrégale aire con un abanico o coloca al afectado delante de un ventilador, a la vez que se refresca la piel con una esponja húmeda. Es bueno también aplicar compresas de hielo en algunas partes del cuerpo, como axilas, la ingle, el cuello y la espalda para aliviar estos síntomas. Si tenemos a mano una bañera, entonces es bueno llenarla con agua fría y sumergir dentro a la persona insolada.
Por último, si los síntomas persisten lo mejor es recurrir a un servicio de salud o de emergencias. En Unidad Coronaria Móvil manejamos el conocimiento para resguardar su salud y corregir cualquier complicación que pueda poner en riesgo su vida.